sábado, 31 de marzo de 2012

Transgrancanaria 123k 2012 - Crónica


Jueves 1 de marzo
Comienza la aventura, después de repasar en varias ocasiones que el equipaje se correspondía con lo programado, a primera hora de la mañana me dispongo a salir para Santa Cruz. Antes del vuelo desde el Aeropuerto de Tenerife Norte tenía que pasar el reconocimiento médico de la empresa y a medio día el Binter destino Gran Canaria. Aterrizo sobre las 3 de la tarde y cojo la guagua que me lleva a la Playa de las Canteras, donde ya llevan un par de horas el resto de bercianos, Alberto, Miguel, Jorge y Emilio. Después de tomar un cafetín y compartir sensaciones vamos a por el dorsal, chip, peto de competición y demás aparamenta de carrera. Los nervios ya comienzan a estar a flor de piel, el ambiente de carrera en las carpas preparadas para el control y entrega de material era impresionante. Con todo, y después de ir a una pequeña charla informativa, cenamos y nos vamos a dormir, que tocaba descansar y bien.


Durante la recogida de dorsales Emilio, Jorge, Miguel, Alberto y yo

A pesar de llegar al hotel sobre las 11, no puedo evitar preparar todo en lugar de acostarme. Meter el material de la mochila de meta (la azul cielo como decía Jorge) una toalla, unas chanclas, una sudadera, una camiseta de recambio y un par de plátanos. El de la mochila de Garañon km82 (la roja): mallas largas por si hay problemas, 2 camisetas, geles, playeros de repuesto, 2 pares de calcetines, 2 buff, crema para el dolor muscular, y camiseta de manga larga, que al final fue conmigo desde el km0. Y por último, lo más importante, la ropa y material de carrera: salomon slab 4, calcetines, compresores gemelos, pantalón, camiseta térmica, reloj mas pulsometro, chip, peto y dorsal de competición, buffs, frontal y mochila con geles, barritas, kit botiquín, vaselina, gominolas, frontal de repuesto, chubasquero, vaso, luz trasera roja y bebidas isotónicas en el camel y botellín. Todo listo!! Un repaso, unos estiramientos y a descansar.

Viernes 2 de marzo
Me levanto sobre las 11, aunque los nervios aumentan al ver que se acerca la hora, he podido descansar muy bien. Me pego una ducha rápida y bajo a desayunar un zumito de naranja y un pinchito de tortilla, porque tanta pasta ya aburre...sobre las 12 voy hasta el hotel del resto de la expedición berciana y nos acercamos hasta las carpas para entregar las mochilas de Garañon y de meta.

En las carpas de meta


Ahora sí que aparecen los nervios de verdad, ya huele a carrera... Jejeje! Comemos un poquito de pasta y nos vamos a dormir la última siesta, 2 horitas y media que se agradecen y que terminan sabiendo que ya ha llegado el momento. Solo queda vestirse meticulosamente, cenar el último plato de pasta y bajar hasta la playa del ingles para la salida.


En el hotel antes de ir a la salida

Por diversos problemas logísticos decidimos alquilar un coche para bajar, en lugar de usar los autobuses de la organización preparados para ello. Así que, después de la cena, Miguel se puso al volante del 206 y tiramos rumbo Maspalomas, con un poco de susto, todo hay que decirlo, porque nos costó salir de Las Palmas lo suyo y con esos nervios ya te piensas que no llegas. A las 11 estábamos en la playa del ingles listos para la aventura. Nos sacamos las fotos de rigor y fuimos hacia el cajón de salida, la casualidad hizo que nos encontrásemos con Zigor Iturrieta, el ganador de la edición 2011, que se saco unas fotos con nosotros y siguió hacia la salida.


30 minutos antes de salir



Con Zigor

Ya no había marcha atrás, las 11.45 , situados en el cajón de salida junto con el resto de participantes, una temperatura de unos 15 grados y la playa del ingles por delante, los nervios son máximos, y comienzan las preguntas ¿Lo abre preparado bien o vengo demasiado verde?, ¿Me respetara el cuádriceps que últimamente me da tantos dolores de cabeza?, ¿Y la rodilla?joer si siempre me duele en los ultras, espero que hoy no!, ¿Abre metido demasiadas cosas en la mochila o echare en falta algo?, ¿abre hecho bien la descarga de entrenos o me he pasao?,¿El chip? Ok, ¿Dorsal? Ok, chequea el camel que a veces se bloquea, ok. Madre mía 5  minutos. 10, 9, 8...

Sábado 3 de marzo
00.00h Se da el pistoletazo de salida para los participantes de la edición 2012 de la Transgrancanaria 123k y 96k. Primeros metros con las pulsaciones altísimas consecuencia de los nervios y emoción de la salida, a un ritmo muy suave y con precaución máxima para evitar que me entrase arena en los playeros, los primeros 6km transcurren por la arena de la playa del ingles. Veo que Alberto avanza hacia adelante, le dejo ir a sabiendas que ese no es mi ritmo de carrera. De modo que seguimos Emilio, Jorge y yo. Jorge se para a mear y ya lo pierdo, asique sigo junto a Emilio, las pulsaciones se empiezan a poner en su punto ~145ppm y los nervios son historia. Nada más salir del tramo de la playa me quedo solo, Emilio se para a quitarse las bolsas que se había puesto para la arena y yo sigo la ruta. Todavía con el frontal apagado, aprovechando la luz del resto de corredores y siendo adelantado por multitud de gente. Lo que me asusta tremendamente porque me vuelven las preguntas ¿Si para esto la gente se prepara a fondo, tiene experiencia en ultras, y yo a mi ritmo de carrera me pasa todo el mundo: una de dos o muy mal he venido o peor? Me respondo: tu a lo tuyo, que ya habrá tiempo de soltarse...
Y así sigue el primer tramo, corriendo despacito por una pista ancha que se deja correr rápido y que poco a poco empieza a tirar para arriba. El frontal ya encendido a una intensidad bajísima, más que por el consumo de pilas, por el dolor de cabeza que me da!! La vista espectacular, un reguero de puntitos blancos por los cañones del sur de la isla, una imagen que difícilmente se olvidara. Durante los primeros 30km un terreno similar, pista forestal, con algún que otro repecho pronunciado, pero predominando el falso llano ascendente. Reservando al máximo y comiendo, pero sobre todo bebiendo con mucha frecuencia. Así llegamos a Ayagaures, el primer avituallamiento. Sobre el km30, solo de líquido, un camión cisterna militar con agua con el que lleno el camel, que lo llevaba casi vacío, y continúo la ruta. Ya empiezo a correr en tramos en los que estoy totalmente solo, la sensación impresionante, y ya comienza la primera subida técnica y pronunciada de la carrera. La tónica cambia un poco, con la pendiente ya empiezo a recuperar posiciones y me empiezo a encontrar muy bien, aunque no dejo que la sensación de llegar a lo que me gusta me juegue una mala pasada, regulando pulsaciones y a ritmo continuo subimos por una senda estrecha llena de rocas y piedras, lo que había alrededor, no lo sé. Joer pero no habían dicho que lo duro empezaba después de Tunte?? Como será... coronamos y comienza un descenso a la luz de la luna por una bajada complicada y muy sinuosa, frontal a tope de intensidad, pero ya se ve al fondo del valle luces de civilización, me suelto un poco, ya me apetecía sentirme rápido, aunque rápidamente me freno y vuelvo a ritmo de crucero, todavía no se puede derrochar. Las luces que se veían desde arriba eran las de Tunte, punto kilométrico 42, avituallamiento solido y líquido, y mis primeras 6h de carrera completadas, posición 150 de la general. Me digo a mi mismo que No voy nada mal, pero sigo recordándome que debo regular mucho, queda poco para el amanecer y eso es una vida más. Asique salgo del avituallamiento con el bote y el camel cargados, mierda no les he puesto sales!! No pasa nada!! Y continuo para lo que en mi planificación había marcado como segunda parte de la carrera, el segundo maratón, llego según lo planificado, con piernas y buenas sensaciones, pero ahora viene lo más duro de esta carrera, donde está el desnivel.
Sabía que sobre el km50 la carrera de 96km y la nuestra se separaban, asique a seguir al loro de las indicaciones que no hay que llevarse un disgusto. El balizaje durante todo este primer tramo había sido excelente, con lo cual no debía presentar problemas. De modo que después de un tramo de subida de casi 8km se separaron los caminos,  ya empezaba a clarear y ahora sí que iba totalmente solo muy alejado de cualquier otro corredor. Un falso llano tendiendo a bajar y rumbo hacia las presas. Todavía no había pasado por mi cabeza la meta, lo que siempre es muy buen síntoma. Después de correr un par de kilómetros por una pista nos internamos en un sendero sube-baja, con más baja que sube, pero muy divertido de correr. Me encuentro con un par de alemanes y sigo a lo mío. Así se llega a la presa de Soria, que según recordaba del perfil, era lo más bajo de este tramo, asique ahora a subir!! Allí me encuentro sentada con la cruz roja y con cara de pocos amigos a Lizzy Hawker, campeona los últimos años y vencedora también en varias ocasiones del UTMB, un mal día. Ya empieza a apreciarse que va a ser un día de sol, totalmente despejado, el fresquillo matinal empieza a quedarse atrás, mas rápido que los kilómetros. Aproximadamente sobre las 9.45h llego a la presa de las niñas. Punto kilométrico 62, avituallamiento solido y liquido. Aprovecho para guardar el frontal, que lo llevaba enroscado en la muñeca, a quitarme una capa de arriba y quedarme solo con la camiseta y el peto, reponer líquidos, comer un poco y ver el pie derecho que tenia síntomas de una pequeña ampolla en el talón, lo limpio, pongo un compeed y me cambio de calcetín.  Y a continuar subiendo, por esta subida, infinitamente larga y dura empiezo a notar los síntomas del cansancio, las fuerzas ya no van como antes y las piernas empiezan a notar los kilómetros y el desnivel. Solo quedaba apretar los dientes y seguir, la cima no se veía lejos, y Garañon ya estaba a menos de 20km, pero con la subida los kilómetros no pasaban. Fueron los primeros momentos difíciles, pero me ayudo encontrarme con un chico que tiro conmigo un ratillo y pudimos hablar de lo que quedaba por delante y de las sensaciones de la carrera, lo que me animo bastante, al recordarme que desde Garañon la tendencia del terreno era hacia abajo, con un par de subidas duras, pero hacia abajo. Con el hice cima en el aserrador, donde nos perdimos un poquillo, no más de 10minutos, y donde nos separamos. Allí había un avituallamiento líquido, que tal y como pegaba y la cuesta que hubiera quedado atrás daba la vida. Al salir volví a sentirme otra vez con ganas y fuerzas, y recupere el optimismo que había perdido al salir de la presa de las niñas. Asique con calma continúe la subida, un terreno técnico que terminaría en el Roque Nublo, ya prácticamente corriendo por la arista de la montaña, con unas vistas de toda la isla que hacían olvidar todos los males, a decir verdad, desde mi punto de vista la parte más bonita de la carrera.

Subiendo el Pico de las Nieves con el Roque Nublo al fondo
En el Roque Nublo había  un control de paso, que obligaba a salirse de la ruta, pasar por el control y deshacer lo andado para volver a la ruta, 400m que a Emma Roca le salieron demasiado caros. De ahí continuamos por sendas técnicas rumbo al pico de las Nieves, que según los que lo conocían era la ascensión mas dura y así fue, zonas en las que tenias que ayudarte con las manos para sortear y subir las rocas. Muy divertido y además mi mente ya veía Garañon como un oasis en el desierto. Lo duro empezaba a tocar su fin, lo que me daba mucha fuerza, el mal rato del Aserrador quedaba muy atrás, ahora todo era positivismo, sabía que quedaba mucho por andar pero había llegado mi punto de inflexión de esta carrera, sabía a ciencia cierta que a no ser que fuese por una razón de fuerza mayor, llegaría a Las Palmas, y estaba contento y disfrutando de la carrera, de las vistas, de la isla. Corone en el Pico de las Nieves y me tire para Garañon, me solté, me apetecía un par de kilómetros a ritmo alegre (hablo de 5'30"/km tampoco vamos a pasarnos). Asique llegue a Garañon, y antes de nada, tengo que resaltar la buena labor y ayuda de la organización, y por supuesto agradecérselo. No había casi ni llegado y ya me tenían preparada la mochila de recambios, me cogieron la mochila y me llenaron el camel y el bote, me llevaron un plato de pasta, una cocacola, y todo eso y no había pasado ni un minuto desde que había llegado, un 10. Punto kilométrico 82, 13h 30' de carrera, posición 55 de la general. De modo que en 5 minutos ya estaba listo para afrontar los últimos 40km de carrera, comí un poco de pasta, bebí otro poco, me cambie de camiseta, cogí media naranja y un par de plátanos y me dispuse a salir del avituallamiento cuando me para un periodista de antena 3 y me hace una pequeña entrevista, con la boca llena, masticando los últimos macarrones que tanto me costó tragar, y que encima publican el telediario de esa noche. Las sensaciones que tenia eran buenísimas, asique me anime a correr a un ritmo relativamente rápido, el terreno lo permitía y, aunque muy lejos, ya veía la costa norte de la isla, lo que moralmente eran 2 vidas.
Poco a poco, pero más rápido que durante la subida al Aserrador, iban pasando los kilómetros aunque aun había algún repecho que sortear, predominaba la  bajada. De modo que casi sin darme cuenta había dejado atrás el paisaje mas picudo de las cumbres y me había metido de lleno en un paisaje lleno de vegetación dentro del barranco que desembocaría en Teror, kilometro 98 de carrera y avituallamiento solido y liquido, por el que pase en la posición 43 después de 15h 30' de carrera. Sin darme cuenta por la emoción de verme tan cerca de Las Palmas, había bajado más rápido de lo que debía y lo iba a acabar pagando. En el avituallamiento recargue totalmente el botellín, preferí no rellenar el camel teniendo en cuenta que el siguiente avituallamiento estaba a 12km y cada gramo en la espalda seria decisivo, comí un poco de membrillo y al salir me encontré con Miguel que me dio los ánimos que necesitaba porque las sensaciones en ese momento eran diametralmente opuestas a las de la salida del avituallamiento de Garañon. El dolor de piernas empezaba a ser muy molesto, el gemelo izquierdo me daba síntomas de que me iba a molestar y por primera vez hice la resta que no quería hacer, 123 - 99, todavía quedan 24km...

Bajando hacia Teror
El camino ahora era sencillo, pero 2 kilómetros más tarde comenzó a tirar hacia arriba inesperadamente, fue una supresa muy poco agradable, ya que no sabía si iba por el camino correcto, dado deje de ver las marcas de la organización y no tenía a nadie por delante ni por detrás que me pudiese aliviar. Al coronar seguí sin ver indicaciones, el camino seguía por una senda junto a una acequia y me empezaba a temer lo peor, volver sobre mis pasos ahora sería un golpe muy duro. Pero para mi suerte me encontré con 2 señores de la zona que me animaron y resolvieron mis dudas. 10m mas adelante vi la siguiente cinta... Aliviado pero muy cansado continúe, la senda empezó a tirar hacia abajo y ahí comenzaron mis peores momentos. De todo el tramo de bajada me habían salido varias ampollas, el empeine del pie derecho lo tenía extremadamente cargado, el gemelo iba a peor y ya estaba muy cansado, pero bueno, nadie dijo que iba a ser fácil... Tuve que hacer una parada rápida a sanear un poco las ampollas, menos de 2 minutos, y continuar, hacia Tenoya. Llegue al avituallamiento de Tenoya después de 18 h de carrera, la parada fue muy rápida porque solo quería llegar a Las Palmas cuanto antes. Solo quedaban 9 km para meta y mi cabeza hacia cálculos: Garañon-Teror 15km 2h, Teror-Tenoya 16km 2h30', tengo que seguir corriendo y poco más de una hora podre descansar y disfrutar... El camino solo escondía una última subida con su correspondiente bajada, donde me llama Pablo con los ánimos que necesitaba para poder seguir distrayendo a mi cabeza del cansancio. Y por fin, Las Canteras al fondo y los últimos tres kilómetros hasta meta, fue ahí, en el 120, donde el pinchazo del gemelo fue tan doloroso que tuve que parar, estirarlo de todas las maneras posibles y continuar sema-cojeando. Pero la meta ya estaba ahí, el dolor se olvida, el sufrimiento se olvida y solo queda disfrutar de la sensación inexplicable de los últimos metros. Después de 19horas y 8 minutos había terminado la aventura de la Transgrancanaria.

Por fin meta!!
Fue en una visita a Villafranca cuando entro con Pablo, Alex y Tania al bar de Quini, al que todavía no conocía, y me quedo mirando un dorsal de los 101km peregrinos que había en una vitrina, rápidamente se acerca y me dice que es suyo, comenzamos a hablar y me comenta que iban a ir varios a Grancanaria a correr la Trans, así se quedo la cosa ese día, yo al siguiente estaba apuntado. Y después varios meses de entrenos guiados por el gran Miguel Ángel Rabanal, allí estaba, tumbado en una colchoneta después de terminar los 123km de la carrera comentando impresiones con Alberto, que había llegado 40' antes que yo haciendo un meritorio Top 30.
Un poco después llegaron juntos Emilio y Jorge, con la bandera de El Bierzo al viento, a Emilio le ponen 20km mas y los corre seguro!!
Y esto es todo, luego vienen un par de días cojeando y bajando las escaleras de lado, 4 días más con las piernas un poco cansadas, un par de semanas de reposo y la cabeza pensando en el siguiente objetivo: Aquilianos 2012.

David

1 comentario:

  1. muy pero muy buena , !!! me alegro por tu experiencia y por tu forma de contarlo, parece que estubieramos hay !!!! un abrazo david.

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